Columna de Opinión
- Fundación Quiero Mi Casa
- 5 ago
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Paz Donoso, Directora Ejecutiva Fundación Quiero Mi Casa

Chile enfrenta una crisis habitacional sin precedentes. MĆ”s de 120.000 familias viven hoy en 1.428 campamentos, segĆŗn el Catastro Nacional de TECHO-Chile 2024-2025, lo que representa un aumento del 6% en el nĆŗmero de familias y del 11% en el nĆŗmero de campamentos respecto al perĆodo anterior, y mantiene el nivel mĆ”s alto desde 1996.
Pero estas cifras podrĆan quedarse cortas: los catastros oficiales no incluyen asentamientos de menos de ocho familias, invisibilizando a miles de personas que tambiĆ©n viven sin servicios bĆ”sicos ni reconocimiento del Estado.
Solo el 5,9% de los campamentos tiene acceso formal al agua potable y apenas el 17,2% a la electricidad. AdemĆ”s, el 34,7% de las familias son inmigrantes, lo que suma nuevos desafĆos a una situación ya crĆtica.
El Plan de Emergencia Habitacional (PEH), que prometĆa 260.000 viviendas entre 2022 y 2025, avanza lento: solo un 31% de los campamentos ha sido intervenido y apenas un 24% de esas intervenciones se ha concretado.
MÔs grave aún, el proyecto de Ley de Presupuesto 2025 contempla una reducción del 46% en los recursos destinados a campamentos.
Esta crisis exige mÔs que la construcción de viviendas. Urge un enfoque Ôgil e integral, que incluya arriendo protegido, densificación equilibrada, mejoramiento de viviendas y modelos comunitarios.
Para las familias con las que trabajamos, el panorama es desesperanzador: llevan dos años sin poder postular al subsidio DS49, y para quienes ya lo tienen, encontrar una vivienda disponible y habitable es una misión casi imposible. La espera se alarga y las esperanzas van disminuyendo. Paz Donoso
Directora Ejecutiva
Fundación Quiero Mi Casa